domingo, 11 de mayo de 2008

LA MALA SUERTE Y LA ÉPICA DEL ADIOS


Así dicen que los equipos grandes dicen adios a los títulos, con épica, remontando, luchando, hasta jugando bien. Todo eso hizo ASS durante dos tercios del partido, que sirvieron para endosar al equipo más competitivo de la liga un cotundente parcial de cuatro a uno. Pero el problema venía heredado, de ese primer tercio del partido, donde Urgel se fue en el marcador con un clarísimo, doloroso y humillante cinco a cero. El gol, al borde del descanso, que supuso el cinco a uno, significó el necesario punto de inflexión, y en la segunda parte una apisonadora de juego, ganas, oportunidades y goles pasó por encima de Urgel. Hasta que, culmidado el asedio con un inquietante y esperanzador cinco a cuatro, un pase largo dejó a un delantero solo delante de Nono (otra vez) y éste en su estirada tocó la pierna del jugador que se dejó caer para generar un penalti que cortó la racha que parecía llamada a la remontada. Aun así el equipo pudo marcar un quinto gol, dejando las colganderas en la garganta de los muchachos de Urgel, que pidieron la hora en un último minuto agónico, con tres tiros a puerta en menos de 60 segundos.

Ahora se puede hablar de árbitro, de la mala suerte, del empedrado, con ese espíritu victimista tan atlético que caracteriza en la derrota a ASS. Pero la verdadera razón de la derrota fueron los cinco goles, como cinco soles, en cinco tiros. Es algo a revisar, pero al equipo le cuesta entrar en funcionamiento y si en esos diez minutos de "calentamiento" involuntario caen dos goles o tres, luego es complejo remontar.

Pese a todo, pese a ser el día que el equipo dijo adiós no matemáticamente, claro, sino anímica y lógicamente, al título las sensaciones fueron bastante buenas, y a nadie puede la directiva reprocharle nada, y mucho menos actitud y ganas, que sobraron. Faltó un pelín de suerte, dejémoslo en eso, que alguna vez el empedrado tiene que ayudar a los derrotados.