Son todo buenas noticias, por tanto, incluso la sanción de Larrey, que quedó como máximo en un partido, y su posible y gradual vuelta al terreno de juego en el próximo partido. En cuanto al partido de ayer, se puede sacar algún pero y es el consabido balance defensivo. El equipo se fractura, quedano dividido en dos partes, delantera y defensa, unidas por algún rezagado o algún delantero generoso que hace un esfuerzo extra. Falta esa coordinación en la retaguardia, lo que explicaría que un equipo como Hiperusera, capaz de trazar buenos contraataques, sea el único que, hasta ahora, haya podido doblegar a ASS. Y ahí se acaban los peros. Cuatro tiros recibidos, todos parados por Nono (una mano derecha primorosa en la primera parte) y muchos goles, aunque también fallos de los que no se deben esperar (tirar al muñeco, Jesús, no puntua). Se tocó mucho (alguna vez en exceso) y se pecó de exceso de confianza, pero habiendo ocho o nueve goles de diferencia en el marcador, ¿quien no se alegra con dos o tres regates). Gustó al público, muy numeroso y con novedades interesantes. Después, se celebró la victoria como se merece, regando el buen juego con cerveza y tapitas en el bar de siempre. ¿Para cuando un patrocinio, Jefe?, y otra ronda, que nos tiene secos.
domingo, 25 de noviembre de 2007
PUERTAS ABIERTAS, GOLEADA Y RECORD
Son todo buenas noticias, por tanto, incluso la sanción de Larrey, que quedó como máximo en un partido, y su posible y gradual vuelta al terreno de juego en el próximo partido. En cuanto al partido de ayer, se puede sacar algún pero y es el consabido balance defensivo. El equipo se fractura, quedano dividido en dos partes, delantera y defensa, unidas por algún rezagado o algún delantero generoso que hace un esfuerzo extra. Falta esa coordinación en la retaguardia, lo que explicaría que un equipo como Hiperusera, capaz de trazar buenos contraataques, sea el único que, hasta ahora, haya podido doblegar a ASS. Y ahí se acaban los peros. Cuatro tiros recibidos, todos parados por Nono (una mano derecha primorosa en la primera parte) y muchos goles, aunque también fallos de los que no se deben esperar (tirar al muñeco, Jesús, no puntua). Se tocó mucho (alguna vez en exceso) y se pecó de exceso de confianza, pero habiendo ocho o nueve goles de diferencia en el marcador, ¿quien no se alegra con dos o tres regates). Gustó al público, muy numeroso y con novedades interesantes. Después, se celebró la victoria como se merece, regando el buen juego con cerveza y tapitas en el bar de siempre. ¿Para cuando un patrocinio, Jefe?, y otra ronda, que nos tiene secos.
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