La lotería de los penaltis (y unos últimos cinco minutos de las semifinales para olvidar) privaron a ASS de la posibilidad de jugarse el primero título de su historia. Había ilusión en la directiva, vista la trayectoria y, sobre todo, vistos los resultados de las fase clasificatoria del torneo navideño. Los números cantan: tres partidos, tres victorias, más de 25 goles a favor y apenas 8 en contra. Dos partidos de goleada y uno trabajado, con una victoria por un gol lograda en los últimos minutos. La semifinal, en cuadro, tuvo que venir Fer, el máximo goleador de la historia del equipo (Maroto está cada día más cerca de arrebatarle ese título) para echar una mano y que hubiera un cambio, ya que Larrey acudía bastante tocado de su pie, ese pie úrico que le trae por el camino de la amargura. El equipo del Steaua, tercero en la liga regular, no era, ni mucho menos, más técnico o rocoso que el que puso en tantos aprietos a los chicos de ASS en la primera ronda, pero salieron mucho más enchufados y fueron delante en el marcador en los primeros tanteos. Después el equipo se repuso y llegó a llevar dos goles de ventaja que dilapidó en los últimos minutos, con un gol embarullado cuando el equipo llevaba ya media docena de jugadas con el miedo a ganar, aturullado y sin ideas. Después llegó la tanda de penaltis y lo que la suerte nos quitó en el último minuto no nos lo iba a dar después. No hizo falta tan siquiera terminar la tanda, porque de los tres lanzadores del equipo, Juanjo, Fer y Maroto solo este último fue capaz de vencer al peculiar portero del Este. La directiva y el equipo se quedaron sin la final pero la sensación es buena para el objetivo real de este equipo: estar en primavera en la Final Four. Este es el plan OFF (objetivo Final Four).
Así que ánimo, hay que estar ON para llegar al OFF.