No fue un mal partido. Y cuesta entenderlo a tenor del marcador: 8 a 6. Pero hay que leer entre líneas, y para ganar este partido se hubieran tenido que marcar 9 goles, y eso se ha conseguido solo en partidos muy concretos. En frente los chicos de ASS tenían al tercer mejor equipo de la liga. No eran Maradona y Zidane, pero sí gente que la toca y la pega desde cualquier sitio, cualidades esta indispensables para desenvolverse en esta superficie del fútbol 7. El problema estuvo en la portería. Larrey, que hizo las veces de Nono Garrafón, apenas si paró dos o tres balones. Hizo lo que pudo, todo hay que decirlo, pero desde esta redacción tenemos claro que cuatro de los ocho goles con Nono en el marco se hubieran quedado en anécdota. Hay una cosa clara, y es que este equipo necesita algunas cosas básicas. Todos son importantes, no cabe la menor duda, porque todos hacen un trabajo muy interesante cuando saltan a la cancha, además de la más importante: estar. Pero hay ausencias que condicionan (la de Nono más que ninguna otra) un partido de forma negativa, y presencias que lo hacen de forma positiva. Ass, como el Barcelona o el Madrid de otros tiempos, tiene su tridente: Maroto, Paco y Rober. El trabajo de los delanteros es siempre el más vistoso, porque si hubiera un premio al mejor jugador desde la web se lo daríamos a Sergio. Pero es verdad que ellos, los hombres de vanguardia, son los que tienen que terminar la faena, y cuando lo hacen hay aplausos. Y eso luce. Con los tres en cancha, el balance es demoledor: cuatro victorias y un empate. 5 a 2, 10 a 3, 9 a 5 y 8 a 3; además de un 6 a 6. A una media de goles superior a los siete. Han marcado entre los tres más de la mitad de los goles (66 frente a 121). Siendo malicioso la alineación de la derrota sería la formada por Sergio, Larrey, Felix y Alberto. Porque ellos han estado en todas las derrotas. Y esto, que parece un canto a los pichichis no es más que un canto a la participación, porque este equipo depende de todas las variables, y entre ellas está la presencia de los cracks, que por su implicación en otros proyectos deportivos fallan algo más, y de la clase media, que siempre está ahí y que es vital para que todo funcione. Hay una segunda fase, y hay que cuadrar, sobornar, mentir, engañar, lo que haga falta para que tengamos banquillos nutridos. Hay equipo. Ayer Rober, por ejemplo, estuvo impresionante, y no solo por los cinco goles (algunos muy bellos en el juego colectivo, lo que da una idea de la importancia de todos y cada uno) sino porque presionó, corrió y robó balones como nadie. Ayer solo falló Larrey y en el fondo no fue culpa suya. Hubo despistes, algunos colectivos y tontos, pero con esa cuota siempre se cuenta (hay tres goles en contra casi asegurados por partido) y siempre se apela a la mayor pegada. Porque no somos perfectos, ni tan siquiera buenísimos, sino estaríamos preocupados en lugar de si vamos a ser siete para el próximo partido, en si vamos a ir a la Eurocopa o no. Tenemos que ser los mejores de nosotros mismos y si tenemos suerte con el calendario (que por Dios, ¿cuando acaba esta liga?) podemos perfectamente jugarnos la liga con cualquiera. Es cierto que no se ha ganado ni uno solo de los partidos comprometidos (no se ha ganado a ninguno de los tres primeros) pero en todos hay excusas, y es que en eso sí que somos profesionales, porque sabemos encontrar un culpable fuera de nuentras botas.
A todo esto un premio para los que ayer se dejaron la "piel en el pellejo": Larry, Sergio (el espíritu de Maldini), Papi Oscar, Felix (enorme lo de este chico), Jesús, Rober (que crack), Carlos (puro nervio) y Alberto (Il pipo de Lega). Un ole por ellos.
A todo esto un premio para los que ayer se dejaron la "piel en el pellejo": Larry, Sergio (el espíritu de Maldini), Papi Oscar, Felix (enorme lo de este chico), Jesús, Rober (que crack), Carlos (puro nervio) y Alberto (Il pipo de Lega). Un ole por ellos.
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