Fue uno de esos días que hace afición. Más bien de esos en los que hace falta afición para ir a jugar un partido. Hacía frío y una pertinaz lluvia acompañó al balón, que era una auténtica y exigente bala, y a los jugadores todo el partido. En frente un equipo de la zona media, que dada la igualdad del campeonato, puede complicar, al estilo Getafe, al líder más pintado, así que cuando menos a los terceros en la tabla. Hubo igualdad lo que duraron las fuerzas, que es cuando los cambios y la técnica imponen su ley. Hay cierta ansiedad en el equipo, al que le cuesta asumir que lo importante es llevar un gol más al final del partido. Pareciera como si estar empatados o por detrás en el luminoso (je, luminoso) fuera síntoma de fracaso final. Esa ansiedad, rodeados de técnicos como se encuentra el equipo, es una cuestión mental que unos más que otros fomentamos, y otros más que unos intentan corregir. Fuera de eso, el fútbol fue razonablemente vistos, y hubo entrega por parte de todos. Hoy quisiera destacar no solo el estreno goleador de Larrey, sino sus tareas durante todo un partido lejos de la defensa. A las preguntas del blog dice que todavía no se ha repuesto de la sorpresa y que se siente como un adolescente, volviendo a sus tareas de extremo incisivo. No vamos a decir que merezca un puesto en la selección, pero sí que es cierto que abrió el campo y eso suelen agradecerlo los medios y los centrales en la salida del balón. Paco fue quizá quien más acusó el estado del campo en uno de los partidos más flojos del que, para muchos, es el gran referente del equipo. Atrás Sergio estuvo enorme, que algunas veces le faltan las orejas para ser el conejito de duracell. Diego y Juanjo llevan el oficio en la sangre, así que de ellos siempre se espera lo mejor, y Felix es como una locomotora que tuviera aprendido su camino y ay del que quiera ponerse en medio. Nono hizo buenas paradas, pero queda en la retina el momento videos de primera/oliver y Benji del segundo gol, cuando la pelota estaba a su espalda y la araña de blascosancho arrodillado y cegado. Fue simpática la escena, pese al resultado final, el gol. Alberto estuvo también muy en su línea, en el primer toque y la lucha, todo un símbolo de este club, y Jesús fue más Jesús que nunca, para lo bueno y para lo malo.Así que la satisfacción y las sensaciones de la directiva son buenas, hay madera y actitud, por lo tanto los resultados dependerán de la suerte, y la suerte no existe, chicos, y si existe es mujer y se llama Victoria.
lunes, 25 de febrero de 2008
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