domingo, 20 de abril de 2008

DEMASIADO FÁCIL

Pues sí. No sirve, el que busca ser uno de los mejores equipos de la liga se enfrentó al que lucha por no ser el último. Demasiada distancia para que esto sirva de referente. No hay rival, no hay tensión y el equipo se pierde en filigranas y obsesión por el gol por buena parte del equipo. No se puede pedir más. Cuando se rebasa la media docena de goles es como si se pudiera cambiar de canal, el equipo entra en un bucle de buen juego casi de crucero, pero sin demasiada historia, porque el contrario no ofreció la más mínima resistencia. Para reseñar dos detalles, uno interesante para el equipo y otro anecdótico y emotivo. El primero, los seis goles (que suponen un record en el equipo) de Pipo Albertino. Alguno de ellos no solo de rematador de último pase, sino de ingenio de delantero de toda la vida. Incluido uno de falta directa bastante bien lanzada. Y el momento emotivo fue la entrada en el campo, en los tres úlitmos minutos de un joven con discapacidad psíquica que ha generado los aplausos más importantes de la mañana. Tanto es así que en un saque de puerta Larrey decide no defender una bola que le llega a las manos, este la para, se lo pone en los pies y ante la estatua de Nono marca un gol que celebra, ante el jolgorio de espectadores y público, como si fuera el del título de liga. Para recordar, pero del resto, de los doce goles, no hay que olvidarlos por ser malos, sino por ser intrascendentes. El próximo partido es contra el polo opuesto, Urgel, el equipo más peligroso, en todos los sentidos, del campeonato.
Y, a todo esto, el Madrid, campeón de liga...

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