El peor partido de la temporada para empezar la segunda fase. Contra un equipo correoso, malhumorado, bajo de educación pero muy centrado en su juego, el choque y el contraataque. Un buen portero y algún que otro jugador con capacidad para tocarla y pegarla y ASS se vio totalmente desbordado, atascado, sin ideas. Ni uno solo de los jugadores estuvo a la altura de las circunstancias, ni a nivel técnico ni mucho menos a nivel físico, donde en el cuerpo a cuerpo estuvieron siempre en desventaja. Sin dramatizar hay que hablar de un desastre que probablemente lastre al equipo para lo que resta de temporada, en una segunda fase donde tres puntos pueden dejarte fuera de forma definitiva de la lucha por el título. Además, visto lo visto pensar en nueve victorias es una quimera. Hay que poner los pies en la tierra y planificar partido a partido. No hay que olvidar que el equipo ha perdido cuatro de los últimos nueve partidos, una media muy baja para las esperanzas puestas en la primera mitad de la temporada. Es verdad que el equipo un día va y se pone peleón, se luce, salen las cosas y parece invencible. Pero no estamos hablando de profesionales y la asistencia es relativa y la preparación, los ánimos y el descanso son los de quienes no se ganan las lentejas con esto, sino que vienen a divertirse, a reencontrarse y a pasar un buen rato. Aunque como bien dijo Larrey en un silencioso vestuario, se te queda una cara de gilopollas...
domingo, 13 de abril de 2008
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